sábado, 23 de agosto de 2008

Análisis

Alerta roja por fuentes hídricas de Neiva
El proyecto de la circunvalar del oriente juntamente con los vertimientos o descargas de origen doméstico prenden las alarmas de los ambientalistas en cuanto a las fuentes hídricas de la ciudad. Una coacción potencial.

El Plan de Desarrollo presentado por el alcalde Héctor Aníbal Ramírez y aprobado por el Concejo de Neiva (Mayo de 2008) ha generado inconformidad en algunos sectores, entre ellos el ambiental. El sueño de ver una ciudad moderna y llena de cemento por todas partes, se ha convertido en un dolor de cabeza para quienes vigilan el ecosistema.

En ese sentido, el proyecto para la continuación de la Avenida Circunvalar en el oriente de la ciudad ha despertado alarmas y rechazos. La inquietud se da por la falta de normatividad, cuando las zonas son intervenidas por las empresas de servicios públicos domiciliarios, situación que se debe hacer extensiva al impacto que generan en las áreas que prestan bienes y servicios ambientales como las quebradas y su biodiversidad.

El caso más específico es el nacimiento de las quebradas La Toma (donde está la laguna El Curibano) amenazada por construcciones, y Avichente, afectada por la canalización en la carrera 36 que conduce a una urbanización en esa zona.

El problema del urbanismo es bastante serio. La falta de educación ambiental, de apropiamiento y defensa de las quebradas y lagunas por parte de la comunidad y las autoridades revelan que hay un desconocimiento total sobre la importancia ambiental en la ciudad.

Según la bióloga y especialista en Educación Ambiental, Luz Anabel Sierra, se han hecho estudios sobre estas quebradas y lagunas y se ha encontrado una avifauna bien significativa, pero se están viendo amenazadas.

Carrera 52: Una amenaza latente
No siendo poco la preocupación ya existente de la zona del humedal El Curibano, se piensa construir la Circunvalar carrera 52. Esa avenida está planeada para cruzar por el conjunto Caminos de Oriente y la laguna El Curibano, se estaría hablando de fragmentar totalmente el nacimiento de la quebrada La Toma y todo su sistema.

“Se ha violado la normatividad”, manifestó la ambientalista y presidente de la ‘Fundación El Curibano’ Leyla Marleny Rincón. Y añadió que la norma dice que alrededor de una quebrada debe haber mínimo treinta metros de bosque y después de esos treinta, quince metros de manejo ambiental. Es decir, cuarenta y cinco metros a lado y lado de la quebrada o laguna y sin embargo eso no se tuvo en cuenta y se intervino completamente.

Esta posición es controvertida por Nelly Vega Cabrera, profesional especializada de Planeación municipal, que trabaja en el ordenamiento territorial. Según ella, cerca al Curibano se dejó como área de protección 30 metros. A raíz de esa problemática, se adelantó una valoración del oriente de Neiva para definir sobre un soporte y sustento técnico las áreas que ameritaban ser preservadas y catalogadas de interés ambiental. Debido a ese estudio, manifestó la funcionaria, la CAM entregó al Municipio las herramientas técnicas sobre que debe conservar y que no, y las áreas destinadas al desarrollo urbano.

Pero este punto de vista es desaprobado por quienes llevan mucho tiempo vigilando el medio ambiente en el sector, como la Fundación El Curibano, Gotas Verdes y el grupo juvenil Estrella de Oriente, que sostienen que esa zona no ha sido tenida como un humedal por las autoridades ambientales y por eso permiten la construcción de urbanizaciones y ahora de la carrera 52.

Para Lina Marcela Yañez, directora del grupo juvenil ambiental Estrella de Oriente, con la avenida Circunvalar en el sector oriente y oriente sur de la ciudad, las fuentes hídricas afectadas son las quebradas La Toma, La Cabuya, La Torcasa, La Cristalina, la Jabonera y el Río del Oro.

¿Que dijo la CAM?
Respecto a las urbanizaciones, éstas han sido objeto de procesos judiciales y se han presentado pronunciamientos por parte de las organizaciones ambientales y la comunidad. Por esa razón se hizo un estudio técnico y de valoración donde según la CAM se logró dar claridad en muchos aspectos, especialmente los conceptos técnicos para establecer que la laguna El Curibano no era de origen natural (contradiciendo a las organizaciones ambientales) sino un reservorio.

Según el arquitecto de la CAM, Hernán Cortés Torres, en el Plan de Ordenamiento Territorial se reconoció El Curibano como una zona de desarrollo para vivienda, pero a través del plan parcial se determinó como un parque de ciudad (no como un humedal). Una zona sobre la cual existían las condiciones para hacer un aprovechamiento urbanístico pero debido a toda la atención que se produjo sobre ese tema hoy en día está destinado a ser un parque con su ronda de protección hídrica y una zona de aprovechamiento. “Es viable hacer la proyección de la carrera 52 con la 19 y 8 sujeta a unos requerimientos que deben garantizar toda el agua que fluya por los drenajes hacia la laguna El Curibano”, indicó el funcionario.

Lo que la ambientalista Rincón llama nacedero de la quebrada La Toma, el arquitecto de la CAM denomina drenaje, y que recoge agua.

Contrapropuestas
“El proyecto presentado por la administración para la recuperación ambiental y paisajística en la zona urbana de la ciudad es de suma importancia, pero hay algunas cosas por arreglar”, manifestó la ambientalista Leyla Marleny Rincón. Por ejemplo, una de las metas de dicho proyecto presentado en el Plan de Desarrollo dice que hay que recuperar cuatro corredores hídricos e incorporarlos al espacio público de la ciudad. Otra, que hay que realizar el
50% de reforestación ambiental en los ejes a intervenir.

¿Qué ha ocurrido?
Según la investigación hecha por la dirección General de
Investigación de la Facultad de Educación de la Usco, la quebrada La Toma es importante como patrimonio ambiental e histórico, pues según los historiadores Delmiro Moreno y Gilberto Vargas, sus aguas fueron la base del primitivo acueducto municipal que después sería utilizada a comienzos del siglo XX, por Reynaldo Matiz para mover la rueda Pelton de su empresa de energía eléctrica.

Una de las formas que evidencia el impacto generado es mostrar que cuando los obreros empezaron a abrir el terreno para las tuberías, y pese a ser contratados para un mes, estuvieron tres y no pudieron completar su trabajo porque al hacer las brechas se les llenaba de agua. Tuvieron que desviar las aguas del nacimiento por la carrera octava.

El ingeniero ambiental y docente de la Usco, Mario
Sánchez, agregó a dicha problemática la marcada deforestación, la arrojada de basuras y la construcción de casas no convenientes, que han hecho drenajes para urbanizar. Estas desvían las aguas y afecta la laguna que se ha reducido evidentemente.

La propuesta de que haya intervención y recuperación de la quebrada la Toma, presentada por la Administración
Municipal, no se trata de canalizar una quebrada, es recuperar la microcuenca. Según Lina Marcela Yañez, no se puede seguir canalizando más, porque se necesita conservar el agua, que esas aguas se mantengan en la zona y se logra si hay árboles a su alrededor que la protejan.

Amenazas ambientales
1. Construcción de la vía carrera 52 sobre el humedal El Curibano y el nacimiento de la quebrada La Toma.
2. Área del humedal al nacimiento La Toma propuesta para construir urbanizaciones.
3. Perdida del paisaje natural.
4. Perdida de espacio para recreación.
5. Construcción de la carrera 36 sobre el corredor biológico quebrada Avichente.

Contaminación hídrica
Al proyecto de la Avenida Circunvalar del Oriente se le añade la poca conciencia civil, que ha provocado que dentro del área urbana de Neiva, los recursos hídricos se encuentren afectados por los desechos sólidos y líquidos que arrojan diariamente los habitantes de sus alrededores. Entre los casos más críticos se encuentran los ríos Las Ceibas, del Oro y las quebradas La Toma y el Venado, cuyas aguas van a parar al río Magdalena. La situación de las quebradas es la siguiente:

La Cucaracha
Altamente contaminada por los agroquímicos de los cultivos y cuyas aguas de descole se arrastran el drenaje natural, como también por basuras y aguas servidas por los asentamientos humanos e infraestructuras que penetra y baña su recorrido (entre ellas, la pista del aeropuerto ‘Benito Salas’).

Matamunda
Esta microcuenca está altamente contaminada debido a las actividades antrópicas de mal manejo de suelos, residuos sólidos y líquidos.

El Coclí
Esta microcuenca sufre las causas del desarrollo mal planificado. El hombre ha alterado las condiciones ecológicas del lugar ya sea por perversidad, por ignorancia o por aplicar técnicas inadecuadas.

Avichente
Nace en el barrio Las Palmas y desemboca en el río Las Ceibas. Según el documento Plan Parcial de Mejoramiento Integral Comuna Díez (2001 Alcaldía de Neiva) a la altura de la urbanización Ciudad Salitre el curso original de la quebrada fue variado en el tramo comprendido entre la carrera 51 y 52, en una longitud aproximada de 250 metros, siendo reemplazado por el canal revestido de concreto y no responde a las condiciones hidráulicas y el compartimiento de la fuente de agua.

El Chaparro
La falta de cultura ambiental se ha visto reflejada en la tala de árboles, con el argumento de solucionar problemas de seguridad, pero no se remedió y el medio ambiente se vio afectado.

La Jabonera
La microcuenca está siendo afectada por los asentamientos subnormales que están destruyendo el bosque que aún se encuentra en ciertas áreas. La causa principal es el asentamiento ‘Álvaro Uribe’ con más de 300 familias. No tienen servicio de alcantarillado entonces sus aguas negras y sus residuos están cayendo a la quebrada y están usando los árboles como combustibles.

Río Las Ceibas
Se constituye en la principal corriente de Neiva, pues de ella se abastece el acueducto municipal. Dentro del área urbana el río Las Ceibas inicia su recorrido a partir de la desembocadura de la quebrada La Jabonera, en el barrio las Palmas, hasta el río Magdalena. Se habla de que el río tiene seis nacederos, pero estos no los son, porque se forman de aguas negras de los hogares.

Conservando las fuentes hídricas
Para finalizar, hay que dejar bien claro que la presencia del agua es fundamental para el ser humano y se tiene que empezar conservando las zonas de nacimiento. Para eso se requiere iniciar procesos de conservación, protección y restauración de los recursos naturales a partir de una ordenación territorial, donde exista cooperación del sector gubernamental, para que se tomen decisiones bajo un criterio ético y responsable en el manejo de recurso ambiental de las generaciones futuras y que las instituciones académicas cumplan con su responsabilidad.
Que se ejerza una acción colectiva de participación política en la definición de modelos de desarrollo colectivo.

Jorge Hernán Gutiérrez, Gerson Andres Popov y Maria Isabel bermudez - Investigadores-

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