Investigación

Suicidio: Cruel verdad o realidad que mata

Jorge Hernán Gutiérrez
lacoladelraton@gmail.com
Una forma compleja de conducta es el suicidio, según la mayor parte de científicos sociales tiene causas biológicas, sicológicas y sociales. Por ejemplo, los siquiatras han descubierto que en los casos estudiados existe generalmente una fuerte depresión. Otros científicos afirman que algunas personas son genéticamente más propensas que otras a las depresiones y por ende al suicidio.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dado ha conocer un informe sobre la realidad del suicidio en el mundo, los datos son estremecedores… Actualmente los suicidas representan casi la mitad del total de muertes violentas en el mundo. Un millón de suicidios cada año. Más muertes por suicidios que por accidentes de tránsito, que por homicidios, que por drogas y guerras. Y los pronósticos son aún más alarmantes. La OMS estima que el número de suicidios podría aumentar a millón y medio la próxima década. Se suicidan hombres y mujeres, ricos y pobres, ancianos y adolescentes. El informe indica que la tasa de suicidios entre los jóvenes entre los 15 a 25 años ha aumentado de forma alarmante.

Causas…
La miseria, el desempleo, la perdida de un ser querido, peleas en familia, maltrato en el trabajo, problemas con la justicia, abuso sexual en la niñez, enfermedades incurables, depresiones, sentimientos de culpa, discriminación, soledad, estas y muchas más son las causas que impulsan a una persona a terminar con su vida.
Pero hay muchos caminos y muchas alternativas par prevenir el suicidio, desde el desarrollo de la autoestima hasta acudir a los expertos para encontrar ayuda.

Los sociólogos y sicólogos han encontrado muchas otras influencias personales y situacionales que también contribuyen a la muerte voluntaria. “El estudio del suicidio desde la perspectiva sociológica, obviamente que admite solo causas sociales; es decir que el origen del suicidio no puede fijarse en causas de carácter individual, propios e inherentes a la personal de cada uno, ni en causas de otro orden como el físico, el ambiental, cósmico, etc.”, manifestó el sociólogo David Augusto Plata.

‘Un triste adiós’
Por otro lado, la muerte voluntaria se produce a menudo para escapar de circunstancias dolorosas, también como acto de venganza contra otra persona a quien se le acusa de ser responsable del sufrimiento que lleva a tomar tan drástica decisión. Los casos más comunes son cuando los jóvenes terminan una relación, cuando es por celos, por contiendas, ira, en fin.

Estos sentimientos se conocen por las notas o cartas que ocasiones dejan las personas antes de suicidarse. No obstante, la causa más frecuente es la percepción por parte de la persona que piensa que la vida es tan dolorosa y que solo la muerte puede proporcionales alivio. “Estábamos en una fiesta, en un apartamento de un quinto piso y de un momento a otro dijo: -chao muchachos- se paró en el balcón y se tiró”, dijo Simón* amigo de un suicida. Como este caso, son muchos los jóvenes y adultos que toman una decisión descabellada como es acabar con su propia vida.

Una mirada a esta conducta
Según la Secretaria de Salud Departamental, en el Huila se presentaron 58 casos de suicidio y 498 intentos de suicidio en el año 2007. De acuerdo a la mirada a esta conducta, esto fue lo que nos contó la sicóloga de la Universidad Surcolombiana, Kaidilet López: “Primero que todo hay que tomar conciencia de que las personas que llegan a esta medida extrema es porque no están bien. Se ve alterado su estado emocional, caen en una depresión mayor… pueden tener un imaginario que no encuentran en la realidad. Estos son factores emocionales que pueden obligar a la persona a llegar a tomar esa decisión”.

Pero ¿qué pasa con aquellos que han tratado de terminar con su existencia y han escapado de las garras de la misma muerte? -“Después que una persona ha atentado contra su vida y no ha logrado su objetivo, entonces se le solicita valoración por siquiatría; Allí se valora su estado mental. ¿Por qué? Es que hay estudios que nos informan que determinado pacientes van a tener un riesgo de volver a intentar un suicidio. Cuando son adolescentes o jóvenes adultos, el grado de recaer es muy bajo, porque son pacientes inestables que no han querido realmente morirse sino llamar la atención. Diferente a las personas mayores a los 40 años o más; éstas personas realmente quieren morirse y van a intentar suicidarse nuevamente”, manifestó Naudy Marcela Martínez, coordinadora de Urgencias del Hospital Universitario Hernando Moncaleano.

“La mayor cobardía del mundo es el matarse, porque el hombre de sí mismo da señal de que le fáltale ánimo para sufrir los males que teme” -Miguel de Cervantes Saavedra- Pero ¿Qué pueden hacer aquellos que están alrededor de quienes quieren culminar el capítulo de sus vidas? -“Las personas que las rodean deben estar pendientes que si cambian el estado de animo constantemente, que los llevan a agredirse, aunque no los lleve a tentar contra sus vidas como tal, pero sí a maltraerse. Hay que estar muy pendientes de ellos. Basarse en la comunicación para que ellos tengan ese nivel de confianza y puedan manifestar lo que están pensando, porque muchas veces la persona que atenta contra su vida nunca lo ha dicho. Es mentira que el que dice a toda hora que se va a suicidar lo hace, porque está llamando la atención. La gran mayoría de los casos de suicidio suceden con personas que nunca lo han manifestado, pero lo hacen porque lo han venido trabajando en su pensamiento, por eso muchas personas lo desconocen… hay que usar la comunicación para llegar a ellos”, manifestó la sicóloga.

‘Siempre hay una salida…’
Hay días que somos tan móviles, tan móviles como una hoja al azar… y con estas palabras concluyó la experta Kaidilet López, “…la vida es un regalo, por más problemas que tengamos siempre hay una opción, siempre hay una salida, siempre hay una luz…”.

En vano llamamos tal vez a una muerte que no ha de acudir a nuestro auxilio, pues nuestros verdugos pueden detenerla e impedirlo; y el hombre no tiene el privilegio de morir cuando le plazca. Muchos pueden darle libertad a sus almas y licencia para entrar al otro mundo, pero nosotros como unos centinelas estamos obligados a permanecer de pie en una noche sin estrellas y esperar la hora señalada…